La tendencia verde ha llegado a la arquitectura y la construcción sostenible va tomando fuerza, ya que tanto en el gremio como en la sociedad existe una conciencia cada vez mayor de la necesidad de buscar un desarrollo viable que permita lograr nuestro bienestar en armonía con el entorno.
Fotografía: Jorge Gamboa
Las cifras que retoma de diversas fuentes autorizadas el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) son contundentes: se estima que entre un tercio y la mitad de las emisiones totales de dióxido de carbono surgen de los procesos involucrados con la industria de la construcción.
El entorno edificado consume 20 por ciento del agua potable del mundo, 25 por ciento de la madera cultivada y entre 30 y 40 por ciento de la energía del planeta.
Ante este panorama, es innegable que el sector de la construcción contribuye grandemente a la problemática ambiental que hoy enfrentamos como es el calentamiento global, la contaminación ambiental, el agotamiento de algunos recursos naturales y el detrimento de la calidad de vida de las personas.
Sin embargo, la difusión de una conciencia ecológica cada vez mayor, que deja muy en claro que, de seguir como vamos la vida en la Tierra resultará inviable, impone la necesidad de incorporar los principios de viabilidad y responsabilidad social y ambiental por los que propugna la arquitectura sostenible.
Esta tiene en cuenta los efectos que la construcción producirá en las personas que la ocupan, la responsabilidad con el entorno donde se asienta, el manejo eficiente del agua y la energía, la aplicación de las tres R (reciclar, recuperar, reutilizar) en sus procesos, el uso de materiales y la generación de residuos, todo ello sintonizado con la búsqueda del bienestar de las personas y el medio ambiente.
La economista Cristina Gamboa, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, expresa que «nosotros entendemos lo ‘verde’ no como conservacionista, sino como mayor eficiencia y responsabilidad con el ambiente y con la gente, lo cual se logra desde una visión de diseño integrado».
Para el arquitecto Jorge Ramírez Fonseca, experto en bioclimática y director de Arquitectura & Bioclimática, para practicar la sostenibilidad hay que «aplicar el sentido común con una profunda mirada interdisciplinaria a las condiciones específicas del lugar, para producir una arquitectura económicamente factible que genere equidad social y resiliencia».
En concreto y en lo que coinciden los expertos desde diversas disciplinas, es que, como sociedad, debemos impulsar un cambio cultural profundo donde actuemos correctamente desde el inicio de los procesos constructivos, para lo cual es necesario que se popularicen y utilicen cada vez más las herramientas disponibles, ya sea en forma de software de simulación o acudiendo al recurso a las certificaciones, buscando que estas acciones y metodologías deriven en la generación de políticas gubernamentales encaminadas a la consecución de una mayor eficiencia y responsabilidad con el medio ambiente, a través de un programa coherente de estímulos atractivos para todos.
Por último, y para quienes esgrimen el tema de los sobrecostos de la construcción sostenible, el cual puede oscilar entre el 3 y el 13%, no hay que olvidar el retorno de la inversión: un edificio eficiente, a través del ahorro en consumo de recursos y servicios públicos, la recuperará con creces en poco tiempo y seguirá ahorrando de manera consistente a lo largo de su vida útil.
Vocabulario mínimo para hablar de arquitectura sostenible
Análisis del ciclo de vida. Es una herramienta que evalúa el impacto potencial sobre el ambiente que ocasiona un producto, proceso o proyecto desde su inicio hasta el final de su vida útil.
En el caso de una edificación incluye desde el diseño arquitectónico y la obtención de los materiales, hasta los residuos generados y las emisiones derivadas del consumo energético; es decir, hasta que estos materiales, productos y recursos regresan al medio ambiente.
Arquitectura sostenible. Su definición se basa en la de desarrollo sostenible de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (ver más abajo), y es resultado de la conciencia generada por las alarmantes conclusiones sobre el deterioro ambiental y el calentamiento global a las que llegó la Cumbre de Río (1992).
La International Union of Architects (IUA) y el American Institute of Architects (AIA) definen la arquitectura sostenible como aquella cuyo diseño «integra consideraciones de eficiencia en el uso de recursos y de la energía, produce edificios sanos, utiliza materiales ecológicos y considera la sensibilidad estética que inspire, afirme y emocione».
Bioclimática. Es la arquitectura que busca proporcionar ambientes confortables, interiores y exteriores, ciento por ciento adecuados e integrados con la condición climática del lugar por medio de disposiciones puramente arquitectónicas ¿orientación, ventilación, manejo de alturas, uso de materiales apropiados, disposición adecuada de las estancias.
Diseño integral o integrado. Es una de las bases de la construcción sostenible pues implica que, desde la fase inicial del proyecto y desde un punto de vista interdisciplinario, se incorpore en su totalidad los aspectos ambientales, funcionales, sociales y económicos del mismo.
Ello lleva a una máxima eficiencia en todo sentido: reducción de costos y riesgos de operación, así como retorno de inversión.
Desarrollo Sostenible. Este concepto fue definido por la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo (WCWD), en el documento titulado «Nuestro futuro común» (1987) como «aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer las propias».
Todos los conceptos de sostenibilidad, incluido el de construcción sostenible, se derivan de este.
Efecto y gases invernadero. El llamado efecto invernadero se refiere al fenómeno por el cual determinados gases que hacen parte natural de la atmósfera retienen parte de la energía térmica que la Tierra recibe por efecto de la radiación solar.
Sin embargo, la emisión de algunos gases producto de la actividad humana ¿principalmente dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, ozono, cloroflurocarburos y vapor de agua¿ han acentuado el efecto invernadero generando un aumento significativo en la temperatura del planeta.
Esto ha incidido en el cambio climático, cuyas consecuencias estamos hoy enfrentando: en los últimos cien años la temperatura media global ha aumentado 0,7 ˚C y se prevé que continúe incrementándose a un ritmo de 2 ˚C por decenio.
Energías renovables. Son aquellas que proveen energía limpia e inagotable de fuentes distintas a los combustibles fósiles de carácter no renovable (petróleo, carbón y gas).
Entre ellas se encuentran la energía eólica, solar (fotovoltaica y térmica), minihidráulica y la obtenida de la biomasa (residuos de materia orgánica e inorgánica producida por plantas, animales y seres humanos).
Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS)
Es una red sin ánimo de lucro conformada por personas, empresas, entidades académicas y no gubernamentales que promueve la transformación de la industria de la construcción para lograr un entorno responsable con el ambiente y el bienestar de los colombianos.
Trabaja varias líneas estratégicas que buscan fortalecer y compartir el conocimiento y capacidades técnicas sobre construcción y desarrollo urbano sostenible, impulsar la gestión técnica a través de fomentar el uso de sistemas de certificación y normalización de los mercados verdes en la construcción, así como apoyar la formulación de políticas de producción y consumo responsable a nivel gubernamental y privado.
El CCCS cuenta actualmente con más de 160 miembros y hace parte del World Green Building Council, que cuenta con presencia en 89 países.
Cristina Gamboa, directora ejecutiva del CCCS, subraya que esta red busca en el futuro que no se hable de construcción sostenible, sino simplemente de «construcción».
Para ello no deja de mencionar conceptos como eficiencia, diseño integrado, reducción del impacto y generación de bienestar, que «son cada vez más fáciles de conquistar debido a la revolución en el mercado de los insumos de la construcción que permite incorporar nuevas tecnologías y soluciones para lograr esa mayor eficiencia, desde el proceso constructivo hasta la forma en que opera el edificio.
El concepto de ciclo de vida (de la edificación) que es clave, antes no entraba en la discusión». Al preguntarle sobre el panorama de la sostenibilidad en Colombia, dice que hoy en día hay un cambio cultural grande en el sector y el número de proyectos concebidos y operados bajo preceptos de sostenibilidad va en aumento.
Una de las funciones importantes del CCCS es trabajar mediante alianzas para llevar a cabo un diálogo fructífero con las autoridades en materia de sostenibilidad.
Los resultados de ello se han visto plasmados en el capítulo 6 del Plan Nacional de Desarrollo sobre Ciudades Amables, donde se habla de gestión ambiental urbana y ahora se trabaja en colaboración con el Ministerio de Vivienda y el Ministerio de Ambiente para su reglamentación.
Igualmente, el CCCS colabora en la creación de una política para fomentar la construcción sostenible a través de un código que está en discusión e involucra criterios de mayor eficiencia.
El CCCS también apoya activamente la conformación del Sello Ambiental Colombiano para las Edificaciones Sostenibles, que le dará coherencia a los incentivos que surjan de esta política y que tendrá un carácter voluntario. Así mismo, hace parte de las diversas instancias que colaboran con el Distrito en la estructuración de la Política Pública para la Edificación Sostenible en Bogotá, entre las iniciativas más importantes.
Greenwashing. Este término, que literalmente traduce «lavado verde», se utiliza para denominar la apropiación injustificada de todo tipo de virtudes ambientales ya sea por parte de productos, empresas, industrias y hasta agendas políticas para vender o promover una imagen «ecológica» con bases falsas o por lo menos dudosas, con fines puramente comerciales o políticos.
Impacto ambiental. Es el efecto positivo o negativo causado por la actividad humana sobre el medio ambiente y el bienestar de las personas. Las herramientas para medir el impacto ambiental permiten predecir sus alcances temporales y espaciales, proponer alternativas y minimizar los efectos no deseados, si los hay, que tal actividad pueda producir.
En el caso particular de la construcción, se toma en cuenta el entorno del proyecto (urbano, rural o natural), el ciclo de vida de los materiales, la naturaleza de los métodos de construcción, la gestión eficiente de agua y energía durante la construcción y, en la obra terminada, la planeación y control de la generación de residuos, etc.
Leadership in Energy & Enviromental Design (LEED). Es el sistema de certificación voluntaria con reconocimiento internacional para edificios sostenibles desarrollado por el Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council).
Para acceder a las certificaciones LEED (son cuatro niveles) se debe cumplir con una serie de normas y estrategias encaminadas a garantizar la sostenibilidad ¿locación de bajo impacto, eficiencia energética, uso de energías alternativas, calidad en ambientes interiores, control del consumo de agua, utilización de materiales y productos certificados como sostenibles, etc.¿, que son aplicables a todo tipo de edificios.
El criterio LEED trabaja a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto: diseño y construcción, operación y mantenimiento, equipamiento y reconversión (retrofit) significativa. En Europa y Asia, el sistema de certificación y evaluación medioambiental más recurrido es el BREEAM (British Enviromental Assesment Method), creado por el Building Research Establishment del Reino Unido.
Source / Fuente: contenido.metrocuadrado.com
Author / Autor: Zandra Quintero Ovalle
Date / Fecha: 11/11/11
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