Minicadenas y grandes centros brindan servicios corporativos, de hospedaje y eventos sostenibles
En los hoteles de la pequeña cadena Greentique –Si Como No, en Manuel Antonio, Quepos, y Villa Blanca, en San Ramón de Alajuela– los servicios, las bodas y los eventos corporativos están teñidos de “verde”.
De acuerdo con Jim Damalas, fundador de la empresa, ese color no solo tiene que ver con el ahorro de agua, electricidad y papel.
Desde su creación, ambos hoteles ofrecen los llamados servicios corporativos y de hospedaje sostenibles, cuyo concepto consiste en garantizar a los clientes un impacto mínimo de su estadía a nivel ambiental y social.
Por ejemplo, al contratar el tour rural por la comunidad de Santa Juana, en San Marcos de Tarrazú, el huésped recibe un certificado que garantiza la adopción de más de 10 árboles en esa zona, pues parte de las ganancias se destinan a la reforestación.
Además, este año, Greentique empezó a comercializar las llamadas “bodas verdes”, las cuales –aunado a la siembra de dos nuevos árboles– aseguran a las parejas que la contratación de personal y las comidas que ingieren son de origen local.
Cuando se trata de empresas, el personal de los centros brinda una charla sobre sus prácticas sostenibles y los programas que mantienen con el Instituto de Biodiversidad, el turismo rural y su propio Refugio Privado Los Ángeles, en San Ramón.
Esta filosofía también es compartida por otras cadenas como Cayuga, que posee seis hoteles, de entre 6 y 24 habitaciones, en el pacífico costarricense.
Un caso interesante dentro de Cayuga es el de Lapa Ríos, hotel ubicado en la Península de Osa, que cuenta con una reserva de más de 400 hectáreas en donde se hacen tours de sostenibilidad y se cocina con el biogás generado por los desperdicios de los cerdos.
Asimismo, según el gerente general del negocio, Hans Pfister, la cadena hace énfasis en la contratación de personal local.
“Emplear a colaboradores de la zona puede ser más caro al principio por cuestiones de capacitación pero, a largo plazo, es la mejor opción para el desarrollo del hotel y la comunidad”, comenta Pfister.
La utilización de productos biodegradables y orgánicos, la siembra de plantas nativas y la cuidadosa selección de los proveedores de alimentos también destacan entre las acciones llevadas a cabo por Cayuga.
Estas buenas prácticas le han ganado, tanto a algunos hoteles de esa cadena como a los dos de Greentique, una calificación de cinco hojas, es decir, la máxima que otorga el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) a través de su Certificación para la Sostenibilidad Turística (CST).
El CST garantiza que las operaciones de las empresas turísticas se acerquen a un modelo de sostenibilidad, en cuanto al manejo de sus recursos.
Clientes lo exigen
Para Gustavo Segura, representante de la Cámara Nacional de Ecoturismo (Canaeco), aunque la tendencia de sostenibilidad en la hotelería nacional data de hace unos 20 años, los problemas mundiales de cambio climático y deforestación han generado un mayor interés de los usuarios en este tipo de servicios.
De la misma forma, el ahorro en los costos para los hoteles, la motivación del personal y su utilización como estrategia de mercadeo han incrementado el número de empresas turísticas involucradas en estos procesos.
De acuerdo con el ICT, en el 2006 solo 12 hoteles poseían la CST de sus prácticas. Empero, a noviembre del 2011, la cifra alcanzó los 178 centros.
Entre ellos, destaca el citadino hotel Ramada Herradura, que se convirtió en el único con más de 100 habitaciones que obtuvo las cinco hojas de la CST.
La utilización de materia prima orgánica para comidas cosechada en sus propios huertos, la sustitución de toda la iluminación del lugar con bombillos que propician el ahorro energético y la inversión de $400.000 en una planta de tratamiento de aguas forman parte de las acciones sostenibles.
En cuanto a los servicios, Gustavo Araya, presidente del hotel, dijo que las corporaciones tienen la oportunidad de formar parte de sus eventos carbono-neutrales, que miden el impacto de emisiones de dióxido de carbono para luego plantar el equivalente en árboles.
Incluso, en el Ramada Herradura, cuyas tarifas oscilan entre $120 y $185 por noche, ofrecen descuentos corporativos importantes a empresas y operadores turísticos que comprueben su compromiso con la sostenibilidad.
“Yo no puedo decir que soy sostenible, pero a la hora de contratar empresas, opto por la más barata sin tomar en cuenta el impacto que deja”, dijo Araya.
Source / Fuente: www.elfinancierocr.com
Author / Autor: César Brenes Quirós
Date / Fecha: 22/11/11
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