El turismo responsable es una forma de entender el turismo y los viajes que pretende mejorar o conservar las zonas visitadas (lo natural, lo artificial y el factor humano). El objetivo es minimizar los efectos negativos para el entorno natural, la sociedad y la cultura local. El turismo responsable ha de ser sostenible, y puede contribuir a mejorar la vida de los habitantes locales, pero el viajero tiene que tener como objetivosaprender, respetar, ayudar y, por supuesto, pasarlo bien. Hay agencias turísticas que nos garantizan destinos adecuados. Pero siempre hay unas cuantas reglas que deben tenerse en cuenta antes, durante y después del viaje:
- Intente elegir un destino lo más cercano posible, pues el transporte es muy contaminante. El medio de transporte más contaminante es el avión. En el destino es mejor usar transportes colectivos, andar o ir en bicicleta, en vez de ir en coche. Intente compensar su contaminación con acciones como plantar árboles (y no sólo pagando a alguien para que lo haga).
- Aprenda algo sobre la cultura local: Su idioma (al menos algunas palabras y saludos), su religión, sus costumbres, su geografía, su historia, su biodiversidad, sus zonas protegidas… mézclese con el entorno y con los aborígenes, fundiéndose con lo local.
- No dañe la flora y fauna local, ni compre productos procedentes de organismos vivos, especialmente coral, pieles, animales vivos o muertos, o partes de animales… Productos de plantas no son admisibles si están en peligro o si lo ignoramos. No recolecte flores, hojas, semillas… aunque sean de jardinería (y menos aún si son salvajes). Trasladar semillas entre distintos ecosistemas es muy peligroso, y está prohibido en muchos países.
- Compre artesanía o arte local, respetando el punto anterior. Compre productos que realmente aprecie o vayan a ser apreciados. Recuerde que la mayoría de los regalos acaban en la basura u olvidados en un cajón. Reduzca sus compras, y esté atento por si puede invertir su dinero en ayudar de otra forma más altruista.
- Utilice hoteles, restaurantes u otras empresas locales, con empleados locales, en vez de grandes multinacionales que pueda encontrar en cualquier lugar del mundo.
- Ponga sus residuos o basura en su sitio, intentando reciclar si es posible y reduciendo su consumo en general de cosas como, por ejemplo, bolsas de plástico o envases no reciclables. Pida que no le den bolsas o envases innecesarios en las tiendas.
- Intente minimizar su consumo de agua, energía y otros recursos, incluso aunque la región tenga suficiente.
- Coma y beba productos locales en vez de importados. Llevar comida de su zona de origen podría estar prohibido. Reduzca su consumo de carne, pues producir carne requiere mayor gasto de energía y agua que su equivalente en alimentos vegetales.
- No cometa actos que estén prohibidos o que no haría en su país de origen, y piense siempre en el impacto de sus acciones. Sea respetuoso y humilde sin presumir o sentirse superior por estar de vacaciones, ser más rico o más culto. Vístase de forma modesta, sin ostentosas joyas, relojes, o cámaras.
- Denuncie los impactos negativos a las autoridades locales, o bien, en su embajada local en el destino o cuando ya esté de vuelta: abuso en el uso de recursos, destrucción de hábitats… y por supuesto violaciones de los derechos humanos o de la legalidad.
- Intente comprender y disfrutar la cultura y el modo de vida local, más que visitar sólo los monumentos famosos. Intente no ir a lugares masificados de turistas, piérdase entre las calles o la naturaleza, y disfrute con lo que ningún turista normal llega a ver. Se trata de ver lo que hay, lo cotidiano, y de buscar su belleza.
- Sea observador. Fíjese en la gente, en su forma de vestir, en sus costumbres, en su forma de hablar, de comunicarse, de pensar, de orar, en sus carteles… Observe la arquitectura tradicional, urbana o rural, y no sólo la monumental. Fíjese en el suelo, en el color de la tierra, en las plantas y animales, en los olores de cada sitio. Pregunte siempre, y con educación. Y todo esto, hágalo también en su vida cotidiana.
- No presuma de su viaje ante sus amigos o familiares, ni haga fotos sólo para enseñarlas. Viaje para sentirse bien interiormente, no para presumir. Tal vez sea positivo no fomentar más el turismo, pues casi todo el turismo no es muy responsable.
Un lema del turismo sostenible es usar más la mochila (con bocadillo) y menos la maleta.
Por último, se puede derribar el mito de que el turismo es caro. Lo caro son los hoteles o restaurantes caros. Hay millones de formas de viajar barato, como por ejemplotrabajando y aprendiendo en granjas ecológicas: www.wwoof.es
Source / Fuente: blogsostenible.wordpress.com
Author / Autor: blogsostenible.wordpress.com
Date / Fecha: 16/09/13
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