La presentación de la plataforma http://www.cashrural.org se realizó en el restaurante Tondeluna, y acto seguido se celebró la entrega de dos certificaciones de huella de carbono a la ciruela Reina Claudia de la Cooperativa El Colletero, de Nalda, y a dos vinos (clarete y crianza) de Bodega Antigua, de Hormilla.
La huella de carbono refleja la cantidad de emisiones de CO2 que ocasiona toda la elaboración de un determinado producto. Según detallaba ayer el secretario de Organización de UPA-Rioja, Tomás Latasa, en países como Japón o Reino Unido, el conocimiento e interés sobre esta cuestión alcanza a la práctica totalidad de la población (en España es solo una cuarta parte).
Los reconocidos con esta acreditación de la huella de carbono explicaron qué implica esta información para el productor y el consumidor. «Elegimos la ciruela pasa para hacer la huella de carbono porque es una seña de identidad del pueblo», indicó Raquel Ramírez, de El Colletero. La ciruela Reina Claudia obtuvo once pétalos de doce posibles en la margarita que representa la huella de carbono de los productos. «Nos ha quedado uno porque utilizamos el coche para transportarlas, si pasáramos a un animal en la recogida llegaríamos, aunque lo vemos difícil», comentó. Y recalcó que «cada vez se consume más responsablemente y entre unas pasas de otros lugares secadas por métodos que utilizan derivados del petróleo, y este producto secado por el sol…»
«Supone un sacrificio elaborar esto: limpieza, no hacerlo de cualquier manera…», opinó Altamira Villar Olarte, de Bodega Antigua, si bien añadió que ayuda el hecho de tratarse de una bodega pequeña.
Source / Fuente: elcorreo.com
Author / Autor: LOGROÑO.
Date / Fecha: 12/11/13
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