
Una de las cabañas o “hooch” del hotel Tropical Treehouse, en Rincón. En el primer nivel se puede ver el área de la cocina, mientras que arriba está la habitación con una cama hecha de bambú.
En los últimos años, el interés de los viajeros por combinar el disfrute de atractivos naturales con la cultura e historia del lugar que visitan es una parte influyente en la elección de un destino para vacacionar. Cada vez son más los turistas que están en busca de experiencias únicas y educativas que les provean diversión y emoción, pero que a su vez, vayan a tono con la exploración respetuosa del medio ambiente.
Este nicho de viajeros ha logrado tener un arraigo importante en el ofrecimiento turístico de los países en todo el mundo, según lo demuestran cifras recientes del Índice de Desarrollo de Turismo de Aventura (ATDI, por sus siglas en inglés) publicadas en el 2012, que indican que de cuatro viajes planificados, por lo menos uno contiene un elemento de aventura en la travesía.
La entidad anticipa que el elemento de turismo de aventura podría llegar a conformar el 50% de la razón primordial para viajar de los turistas.
Esta tendencia ya se está viendo a nivel mundial, según la Asociación de Viajes de Aventura (ATTA, por sus siglas en inglés), al mostrar que el 63% de sus operadores de excursiones durante el 2011 reportó un crecimiento en sus ganancias de 17%.
Experiencia boricua
Aunque Puerto Rico todavía no figura en la lista de países reconocidos por ser un destino de turismo ecológico y aventura -como son en América Latina Ecuador, Costa Rica, Chile y Perú- sí ha hecho un importante avance en esta dirección durante los últimos cuatro años, opinó Raymond Sepúlveda, propietario de la firma de excursiones de aventura Acampa.
Sepúlveda, quien lleva en este negocio desde el 1997, recordó cómo desde sus comienzos pudo identificar en este nicho una oportunidad comercial, hasta ese momento no explorado en la Isla.
“Llevando a mis amistades de Estados Unidos a realizar ese tipo de aventura, cuando venían a visitarme, me di cuenta de que había una demanda para ese negocio en Puerto Rico. En ese momento, en los 90, la oferta de turismo local era playa y casino”, relató el operador turístico.
Con esta visión, lo que pensó sería un pasatiempo se convirtió en un exitoso negocio que hoy realiza, en promedio, unas 12 excursiones por semana a parajes como el bosque de Toro Negro, El Yunque y Carite, y atiende sobre 2,500 turistas al año, en un 97% extranjeros.
“Nosotros trabajamos, principalmente, con extranjeros, desde un principio, siempre, fue así. El turista local es más de playa, mientras que el viajero de afuera busca este tipo de experiencias ecológicas de aventura”, detalló.
Según el propietario de Acampa, a diferencia de otros destinos como Costa Rica donde este tipo de turismo se atiende de forma masiva, Puerto Rico logra ofrecer una experiencia más exclusiva y personal, que lo hace más atractivo ante el tipo de público que viaja buscando estas experiencias.
“Puerto Rico ya se vende como un destino de aventura. También como un lugar histórico y cultural, y eso es lo que nos diferencia de las demás islitas del Caribe”, aseguró.
Sepúlveda dijo que, a través de su compañía, ha atendido a turistas de todas partes del mundo: norteamericanos, asiáticos, latinoamericanos y europeos, y el sentir común de todos es la sorpresa al descubrir la diversidad de ambientes naturales en un territorio tan pequeño como el nuestro.
Un viajero educado
El experto describió que, en general, el turista que llega a Puerto Rico a disfrutar de las atracciones ecológicas de aventura es un viajero profesional, de alto nivel adquisitivo, que busca experiencias únicas de enriquecimiento cultural en torno a los recursos naturales. Se trata de un viajero experimentado, que llega a Puerto Rico por recomendación o porque ha indagado previamente sobre el destino.
Por su parte, Andrés Carrero, propietario de la compañía de excursiones Atabey Tours, explica que, mayormente, se trata de un viajero experimentado que llega a la Isla por recomendación o porque ha indagado de antemano sobre el destino, y su ofrecimiento ecológico de aventura.
“Hace par de años, Puerto Rico no se comparaba con otros países reconocidos por el turismo ecológico, pero ahora sí te puedo decir que estamos a la par”, indicó Carrero, quien ha experimentado el turismo de aventura en lugares como Brasil, Perú y Bolivia.
Según el también viajero, la Isla no tiene nada que envidiarle a esos otros lugares.
“Aquí se trata al turista que viene a realizar este tipo de actividad como si fuera uno de los nuestros, un amigo o un residente local”, expresó.
“Esto hace la diferencia, porque eso es lo que hace que los turistas que llegan nos recomienden, y es así que nos hemos dado a reconocer (Puerto Rico) como destino ecológico”, detalló.
Sitios en internet, como TripAdvisor, son una fuerte herramienta de promoción para este tipo de excursión de aventura, ya que son los propios turistas que disfrutan de las atracciones naturales los que califican la experiencia y la recomiendan.
Aunque la directora de la Compañía de Turismo, Ingrid Rivera, no pudo ofrecer cifras específicas del impacto de esta industria de turismo sustentable, sí reconoció que se trata de una parte importante del ofrecimiento turístico del país ante el mundo.
Más de 100 ecoaventuras
“Puerto Rico tiene identificados unos 121 lugares de ecoaventura que pueden ser visitados por los turistas, y van desde bosques hasta parques nacionales e instalaciones para hacer rappelling, zipline, kayak y hiking”, indicó Rivera.
Y señaló que, a la fecha, existen unas 36 compañías de excursiones ecológicas y de aventura endosadas por Turismo.
“Puede que haya más compañías de esas, pero estas son las endosadas por nosotros”, dijo la funcionaria.
Entre los requisitos que necesita tener una compañía de excursiones de aventura para ser endosada por Turismo están: certificaciones de primeros auxilios, seguros, patentes municipales, permiso de recursos naturales, y licencia de guía turístico. A través del sitio web de la corporación pública “seepuertorico.com” se puede ver la lista completa de atracciones y excursionistas certificados por la entidad gubernamental.
La definición que ofrece el ATDI sobre turismo de aventura establece que debe ser una actividad que incluya interacción con la naturaleza, con la cultura y actividad física.
Para la Naturaleza
El Fideicomiso de Conservación, a través de su nueva división Para La Naturaleza, es otra de las entidades que promueve en Puerto Rico el turismo ecológico.
Therel Santos, encargado de la Programación e Interpretación de la unidad Para la Naturaleza, explicó que bajo el Fideicomiso se manejan las reservas naturales de la Hacienda Buena Vista, en Ponce; las Cabezas de San Juan, en Fajardo; y la Hacienda La Esperanza, en Manatí.
La organización sin fines de lucro tiene entre sus metas llegar al 33% de protección de las tierras en el 2033. “Queremos lograr un desarrollo ecológico-sostenible donde las necesidades humanas vayan a la par con las de la naturaleza, pero esto tiene que ser un fin común de todos los que habitamos aquí, y no solo de nosotros en el Fideicomiso”, expresó Santos.
Son precisamente estas políticas de conservación las que permiten, según la organización mundial de turismo de aventura, el desarrollo y crecimiento de este nicho de la industria turística.
Los países que lideran el ranking en turismo sustentable de aventura, Chile (como parte de los países en vías de desarrollo) y Suecia (en el renglón de países desarrollados), tienen en común que ambos comparten fuertes políticas para permitir el desarrollo sustentable.
A través del Fideicomiso, el público local y extranjero tiene la oportunidad de vivir estas experiencias, que pueden ser de alta aventura como la exploración del Cañón San Cristóbal, en Barranquitas, o un recogido nocturno en kayak por la reserva natural de las Cabezas de San Juan, en Fajardo.
“Nuestro ofrecimiento es distinto a otros porque todos nuestros guías son intérpretes, y están certificados por la Asociación Nacional de Interpretación. Esto significa que interpretan todos los aspectos culturales, educativos y naturales de la excursión guiada. Todos son profesionales preparados, ya sea en biología marina, terrestre o geología”, especificó el portavoz.
Estas cualidades hacen que los tours guiados por expertos sean experiencias de alto nivel educativo.
Una de las ventajas que provee Para La Naturaleza es que su oferta está dirigida a todo tipo de público, ya sea el turista que busca alternativas de excursiones ecológicas de aventura, como el que quiere disfrutar de una actividad pasiva, que no requiera un alto nivel de actividad física.
Además, que al ser una entidad sin fines de lucro subsidiada por fondos gubernamentales, el costo de las excursiones es extremadamente módico en comparación con la oferta de proveedores privados, incluso algunas son gratuitas. En promedio, van desde $7 hasta $40. Un precio que llega a hacer hasta un 70% más económico que los operadores privados.
Las excursiones se pueden reservar por internet a través de la página paralanaturaleza.org o llamando al teléfono del Fideicomiso de Conservación.
Oferta hotelera
Sin embargo, en el turismo de aventura no todo son excursiones, los hoteles sustentables y ecológicos también forman parte esencial de las travesías de estos turistas conscientes de la preservación de la naturaleza.
En esta categoría de hospederías sustentables hay de todo, desde las más extremas en el nivel de conservación -como el Tropical Treehouse, en Rincón, donde literalmente se duerme al aire libre en la copa de un árbol- hasta las más sofisticadas donde existen todos los lujos y comodidades -como el Hix Island Block, en Vieques, sin impactar negativamente el ambiente-.
Estos hoteles, que forman parte de la oferta ecológica de la Isla, utilizan prácticas sustentables de energía, principalmente, solar y se nutren del agua de lluvia para cubrir sus necesidades.
Sam Scheer, propietario del Tropical Tree House, indicó que su hospedería, cuenta con tres cabañas dormitorios construidas de bambú que se suplen de energía solar y utilizan agua de lluvia.
“Mi padre lo construyó hace seis años. Su visión era hacer un lugar integrado completamente en la naturaleza, que sirviera para que las personas se pudieran desconectar de la ciudad y vivir una experiencia completamente ecológica”, explicó el joven.
Scheer contó que el proyecto que iniciaron sus padres -un artesano del bambú que ahora reside en Oregon y una diseñadora paisajista- aún no está terminado. La familia espera seguir expandiendo el concepto con más cabañas, ya que cuentan con unas 12 cuerdas de terreno a su disposición.
“Construir cada cabaña toma aproximadamente seis meses. Mi padre es el que las diseña y las construye”, dijo.
El joven aseguró que sus huéspedes, principalmente, son parejas o familias de puertorriqueños que quieren vivir la experiencia de acampar pero que prefieren dormir en una cama.
“Hemos recibido personas de todas partes del mundo. El lugar solo se promociona a través de internet. Lo queremos mantener así porque se trata de un lugar bien privado”, expresó.
El lugar cuenta con los servicios básicos de alojamiento, entre los que están una cocina funcional, una habitación y un retrete.
Toda la estructura y los muebles están construidos completamente de bambú.
El lugar cuenta con veredas para caminar o correr bicicleta de montaña. A pocos minutos en carro están la playa y otras atracciones de la región oeste.
Source / Fuente: elnuevodia.com
Author / Autor: Yalixa Rivera Cruz
Date / Fecha: 29/07/13
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